Cansada de buscar lo inencontrable,
Decidí enfocarme en mis profundidades,
corría el riesgo de volverme loca
O la suerte de llegar a mi catarsis.
Hay días en los que prefiero no verme al espejo,
y disfruto de verme en el reflejo de la ventana,
la perfecta combinación entre el mundo y yo,
el complemento de la vida está en la imperfección.
Hay mucho por descubrir en el más allá,
puedo darme el lujo de poder afirmar,
no estamos solos en el universo,
somos insignificantes, ilusos e indefensos.
Quisiera poder tener las respuestas para todo,
no puedo detener mis ansias de analizar,
pero he llegado a a conclusión que soy un simple mortal,
y tengo que aceptar los vacíos, los silencios,
las injusticias, los lamentos,
somos perfectamente imperfectos,
y eso nos hace más humanos,
o al menos eso intento creérmelo.
Hay un océano de incertidumbres
el cual sigo aprendiendo a lidiar,
con el paso de los años he llegado a crear,
una forma menos dolorosa de cuestionar.
Quiero volar a nuevos universos,
perderme en su totalidad,
para poder encontrarme al final,
la vida es una sola,
no hay tiempo para desperdiciar.
Luego de todo el tormento,
de la oscuridad y el sufrimiento,
he llegado al final del túnel,
me despido de la tenebrosidad.
He vuelto a ver la luz de mi camino,
tomaré las riendas hacia la dirección correcta,
es hora de apagar mis instintos y volver a la realidad,
en donde somos hámsters de laboratorio
en búsqueda de la felicidad.
A veces suelo perderme,
pero es la mejor forma para volver a encontrarme.
La soledad juega conmigo,
que ya empezado a acostumbrarme.
He regresado con más fuerzas,
para ser la mejor versión de mí,
He regresado con grandes huellas,
que son parte invaluable,
de algo intangible,
de algo mágico,
que forman parte de mí.
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