jueves, 31 de julio de 2025

I Call You Universe

 I Call You Universe

(Because nothing else could hold your name)


You think you’re just a man of skin,

a maze of thought, a noise within.

But I have seen your orbit burn,

the kind of light that won’t return.


You shattered soft and called it calm.

I touched your wounds, I was your balm.

I stayed where others dared not stay,

and kissed the storms you turned away.


You bloomed in silence, sharp and wide.

I held the war you kept inside.

You thought your cracks would make me run,

I saw the gold, and called it sun.


You kissed like gravity unspun,

as if the world came all undone.

No lips had ever reached that deep,

you woke the stars I used to keep.


Your breath redrew my atmosphere,

your scent the compass I held near.

You touched my spine, I lost all time,

a faultline bending into rhyme.


We built a world no verse could name,

too wild for maps, too sharp for shame.

A blaze that broke where silence grew,

we burned in ways just poets knew.


You made me feel what time forgave,

what stars once hummed, what oceans crave.

With you I lived beyond the known,

no map could chart how far we’d grown.


And still I love. Without disguise.

In every nerve, your orbit lies.

No silence dulls what we became,

I breathe, and still recall your name.


Because I loved you past control,

past flesh, past thought, past body’s role.

You live in every line I draw,

each mark, a trace of what I saw.


To be loved by an artist

is to live beyond goodbye,

you echo in each work of mine,

forever etched in time.


You’ll never be replaced or dimmed,

not in sketch, or song, or verse.

You are the ink that won’t reverse.

You are — and always —

‘Bel Univers’


martes, 22 de julio de 2025

Pausa

No sé en qué momento cambió la estación,

ni cómo llegamos a esta situación.

Nuestra conexión crecía sin medida,

hasta doler, como herida abierta y viva.


Me dijiste que me amas,

y el mundo se detuvo entre calmas y llamas.

El sentimiento era fuerte, profundo, sincero,

tan real, tan nuestro, tan verdadero.


Dijiste que era por no hacerme sufrir,

y porque no sabes a quién elegir.

Que lo nuestro arde, pero estás dividido,

y por eso elegiste dar un paso al vacío.


Me arde el pecho, me arde la piel,

me ardes tú, como fuego cruel.

La espera es lenta, la noche es oscura,

mi alma en pausa no encuentra cura.


El acto más puro de amor verdadero,

es dar espacio, aunque duela entero.

No es “un mes y una semana” sin verte,

es caminar por la sombra de la muerte.


Resistirme al impulso brutal de buscarte,

de tocar tu cara, de nombrarte.

De recordarte que esto fue real,

que lo que tuvimos no fue casual.


Resisto el insoportable deseo de estar a tu lado,

aunque todo mi cuerpo esté desgarrado.

Eso también es amor, respeto, y herida,

fuerza que sangra, pero te deja la vida.


No sabes cuánto deseo abrazarte,

cubrir tus temores y levantarte.

Sostenerte en mi regazo y decirte:

“Estoy aquí. No estás solo. No voy a rendirme.”


Déjame amarte como nadie lo ha hecho antes,

arroparte en silencio, sanar tus partes quebrantes.

Déjame escuchar esa canción en tu voz,

y aferrarme al eco de lo que fuimos los dos.


Permíteme decir cuánto te necesito,

cuánto me duele este amor infinito.

Tus besos me habitan, tu olor es mi droga,

y en el rincón de mi alma, tu ausencia ahoga.


Maldita pausa que todo detiene,

cuando el alma se entrega y no se contiene.

Íbamos juntos a velocidad galáctica,

y ahora soy polvo en una órbita estática.


¿Y qué espero? No sé, quizá nada,

mientras la nada me clava su espada.

Deseo que el olvido no te reclame,

y que el recuerdo en tu pecho me llame.


Los segundos pesan como acero,

y yo con este amor verdadero.

Capaz de arrancarme la piel sin temor,

solo para abrigarte del más mínimo dolor.


Esta pausa es un acto feroz,

solo la elige quien ama veloz.

Dar libertad sin exigir regreso

es más valiente que un “te pertenezco”.


Ojalá sepas todo lo que te he dado,

cómo mi alma te ha acompañado.

Y cómo te amo aún sin certeza,

con la ternura vestida de tristeza.


Amo tu mente, tu caos, tu visión,

tu forma de amar sin explicación.

Tus besos, tus risas, tu aprendizaje,

tu voz que aún vibra en mi paisaje.


Amo tus ojos cuando rozan los míos,

tus caricias, tus bromas, tus desafíos.

Tu forma de ver el mundo con pasión,

y el eco de tu amor en mi corazón.


Amo amarte sin red ni medida,

aunque esta espera me cueste la vida.

Aunque no estés aquí para mí…

Pausa.

(y todo lo demás… quedó por decir.)